Desidia
Patricia García Albadalejo
Te gustará este libro porque…
Supongo que todos nos hemos sentido fuera de lugar en algún momento. Fuera de órbita. Fuera de hábitat. Por tanto, a muchos no les ha quedado otra que ponerse una máscara y pretender así encajar en un puzzle tan socialmente impuesto que más que rompecabezas, rompe con la belleza que supone ser la pieza con complejo de bala perdida que sólo quiere ir saltando de tablero en tablero y tener la posibilidad de quedarse con el mejor pedacito de cada uno. Y así, poco a poco, ir construyéndose su propio templo. Es curioso el peso con el que carga la portada de un libro, la difícil elección que supone escoger un dibujo con el que todos juzgarán el contenido y al que tampoco darán mucha importancia. Pero es que ese buzo hemos sido todos en algún momento de nuestra vida, ocultándonos tras una careta por miedo al qué dirán, sintiendo que no pertenecemos al espacio que nos rodea. Llegué a la conclusión de que no te has de acostar con nadie que no entienda tus poemas pero tampoco con quien compra un libro sólo porque su portada les llame la atención estéticamente hablando; que igual te lo venden vacío por dentro. Y sí. Así también con las personas. Y yo sólo pido que la única máscara que carguéis con vosotros sea la de la portada de este libro, que os descalcéis y entréis haciendo mucho ruido, a dejar huella y a sentiros como en casa en este oasis al que he decidido bautizar Desidia. Porque si te sientes fuera de lugar, sólo tienes que entrar y hacerlo tuyo.
ISBN: 978-84-94737-81-7
GÉNERO: Poesía
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda
TAMAÑO: 15 x 21 cm.
PÁGINAS: 162
Patricia García Albadalejo
Nace el 29 de junio de 1995. Tímida en su adolescencia, con miedo no sabe a qué, no sabe a quién. Comenzó la carrera de Ingeniería de Minas, donde empieza a entenderse ella con todos. Pero sobre todo consigo misma. Definámosla como autodidacta, dispersa, distraída, torpe… pero sumamente inteligente. Quizá esa gran inteligencia es la que le lleva a ser alguien emocionalmente complejo, se podría encasillar en la élite del sentimiento. Quizá gracias a esto, a sus dotes sociales e intelectuales, escribió al principio como entretenimiento, más tarde, como terapia. Pero el objetivo está más que superado: leemos sus poemas. —Laura Gordo Laguna